¿Comprar un carro clásico?

Ya sea que estés buscando un carro para que trabajes en él como un proyecto, o un carro de exhibición totalmente restaurado, te conviene tomar una decisión inteligente e informada.

Cómo comprar un carro clásico

Hay muchas opciones al comprar un carro clásico. Pero antes de sacar la chequera, es bueno pensar en lo que es mejor para ti.

• Sé cuidadoso con la inversión Sacar ganancias de los carros clásicos puede ser muy difícil. Comprar algo simplemente porque piensas que es una buena inversión puede ser un riesgo. El mercado de carros de colección es muy volátil. Los vendedores experimentados te dirán que un carro de colección solo vale lo que alguien esté dispuesto a pagar por él. El valor listado en publicaciones especializadas no es una garantía. Si este carro va a ser para tu diversión, enfócate en los carros de los cuales estarás orgulloso de poseer y manejar por muchos años más.
• Decide cómo va a ser utilizado. Piensa cuidadosamente acerca de lo que quieres hacer con el carro. ¿Lo conducirás a diario o solo los fines de semana? ¿Te gustaría exhibirlo? ¿Estará en tu garaje bajo una lona y será usado muy rara vez? Cómo contestes a estas preguntas determinará lo que debes comprar
• Establece un presupuesto accesible. Calcula cuidadosamente cuánto quieres gastar y mantente ahí. Ten en cuenta que los proyectos de restauración pueden llegar a ser extremadamente caros. Si compras uno que necesite reparaciones, podrías sobrepasar tu presupuesto rápidamente en piezas y mano de obra. Un carro barato puede terminar costándote más que una versión más cara pero en mejor estado.

• Establece un presupuesto accesible.
• Revisa el kilometraje.  Como en la mayoría de los carros, entre menos millas tenga el odómetro, mayor será el posible valor del carro. No tengas miedo de comprar un carro con alto millaje. Solo asegúrate de que el alto millaje esté reflejado en el precio.

Lista de comprobación para seguro de auto clásico

Una inspección minuciosa es muy importante al comprar un carro clásico. Quizá necesites encargar un servicio de inspección. O si lo quieres hacer tú mismo, ten las siguientes cosas en cuenta:

• Título libre de gravámenes: Comprueba si el carro está registrado al vendedor, o si no está registrado en absoluto. Cuotas y multas pueden disparar el precio si necesitas investigar la titularidad anterior y solicitar un título nuevo.
• Interior: Lo original es lo mejor. Revisa si los asientos, tapicería, insignias, radio, tablero y emblemas están dañados o si no son originales del fabricante. El costo de encontrarlos y reemplazarlos puede dispararse.
• Exterior: Intenta examinar el carro en la luz natural. Revisa la condición de la pintura, abolladuras obvias y paneles que estén desalineados o desajustados. Una inspección adicional puede revelar signos de soldaduras grandes las cuales pueden ser una indicación de reparaciones estructurales.

• Daños de oxidación: Es normal encontrar algo de óxido, pero si hay secciones oxidadas completas en el piso o los paneles externos o si muestran señas de reparación o reemplazo, deberías tener mucho cuidado. Si un profesional no hizo las reparaciones correctamente, existe una buena posibilidad de que la oxidación regrese.
• Prueba de manejo: Si el carro está funcionando y es seguro y legal manejarlo, date una vuelta de prueba. Se trata de una buena oportunidad de revisar si hay problemas serios. Escucha si hay algo fuera de lo ordinario, como ruidos, chillidos o crujidos. Si se siente suelto al dar vueltas o pasar sobre baches, puede haber problemas costosos de suspensión.

Sin importar el vehículo que decidas que es el correcto para ti, siempre vas a necesitar ayuda para protegerlo, no olvides tener los papeles y todos los documentos en regla para tu auto.